jueves, 20 de enero de 2011


Voy a intentar contar paso a paso y lo más claramente posible, mis primeras inmersiones en las redes sociales, mis dudas y mis descubrimientos.
Como casi cualquier persona, empecé a oir hablar de Facebook hace algunos años. Algunos de mis conocidos empezaron a utilizarlo. Yo me resistí un tiempo.
Por aquel entonces lo último que me apetecía al llegar a casa era ponerme delante del ordenador. Pasados unos meses, cuando muchos de mis amigos ya utilizaba Facebook y  al reunirnos hacían comentarios como: "lo puse en mi muro..." ó "¿has visto el vídeo que ha subido fulanito?"... Me dí cuenta que debía subirme al tren, al menos, para poder opinar con fundamento sobre lo que mantenía a tanta gente "enganchada" a Facebook. Me dí de alta con los datos básicos, y después de escuadriñar un poco y leer los mensajes del muro de mis amigos decidí que algo tenía que tener, pero yo no lo encontraba.
Conseguí aprender lo básico, pero pensar en conectarme cada vez que llegaba a casa me daba una pereza tremenda. Además, la mayoría de los comentarios de mis amigos no esperaban contestación, con lo cual, siempre se me planteaba la pregunta... "¿qué escribir?...".  Si había algo importante, el email ó el teléfono seguía funcionando, así que ahí quedó mi primer contacto con Facebook.
Siempre he disfrutado escuchando a mis amigos y comentando aquello que en esos momentos nos ocupaba la cabeza, pero no eran esos temas los que publicaban en Facebook, por tanto, ¿para qué seguir un monólogo que la mayoría de las veces no llevaba a ninguna parte?... Decidí "pasar" de Facebook  y mantenerme "conectada" a mis amigos vía teléfono ó email.
Ahora me encuentro en una nueva etapa. Entiendo su funcionamiento y el servicio que proporcionan. Los tiempos cambian y hay que adaptarse.

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